La detención del HOMBRE DE CONFIANZA
del vacado alcalde causó cierto revuelo en algunos sectores de la ciudadanía
jaenés con ribetes de sensacionalismo, que, viéndolo del lado objetivo, no es
nada singular; pues él sabía conforme lo dio a
conocer cuando estaba en el cargo de Seguridad Ciudadana que su caso
estaba en revisión en la Corte Suprema, que no había sido absuelto, como quiso
ensayar para salir de aprietos, de modo que le espera un intrincado proceso que
debe enfrentar en estos días.
Lo que sí,
debe llamar la atención es la indiferencia de su otrora protector vacado
alcalde y derrotado candidato, Gilmer Fernández, que como se sabe, lo habría
dejado solo; pese a los vínculos muy estrechos que tuvieron o deben seguir
teniendo; pues para que arriesgue contra viento y marea, oposiciones y
urticantes críticas, colocarlo como jefe de serenazgo, Director de Seguridad
Ciudadana, resulta bastante elocuente y además muy sospechosa esa vinculación;
pues muchos fueron testigos de haberlos visto juntos en viajes por Chiclayo o
Lima, lo mismo en sus recorridos por distritos de Jaén. Salvo que «por lo bajo»
continúen esos vínculos.
Tenorio Alarcón deberá ser conducido enmarrocado
a la ciudad de Trujillo, donde no será alojado en un hotel, si no en el penal
de El Milagro, lugar que ya estuvo cuando fue capturado después que con otros
cómplices asaltaron el Cajero Automático del Banco de la Nación de Trujillo
para llevarse 450 mil nuevos soles en enero del 2006. Fue expulsado de la
institución policial con el grado de Teniente, aunque ciertos ayayeros de su
jefe le pusieron otro galón más y le llamaban
«capitán». De su actuación como funcionario en la MPJ, todos lo sabemos, menos
lo que le ocurrirá después de esta intempestiva detención para que vuelva a
arreglar sus cuentas con la Justicia.