El 25 de noviembre último
se recordó a la sociedad el respeto a la mujer, traducido como LA NO VIO
LENCIA, o no agresiones.
Situación que nos parece bastante confusa;
porque muchos creen que «NO VIOLENCIA» significa no golpearla, no maltratarla física ni
psicológicamente y no faltó por allí un simplón hambriento de publicidad como
candidato por el APRA y salió a dar clases de no violencia, diciendo: «Es
doloroso que postule alguien que golpea mujeres», para atacara a su adversario
César Acuña.
Tan desubicado o desinformado, no por
ignorancia, si no por conveniencia este astuto politiquero, que se olvida que esta violencia presenta numerosas
facetas que van desde la discriminación y el menosprecio, como lo hizo García
Pérez en su gobierno, exhibiéndose con la francesa su amante y su hijo extramatrimonial
en plenos desfiles de Fiestas Patrias. Cínico como siempre, no reconoce que
tales actos, fueron la peor agresión moral y psicológica, no solamente a la
ex-primera dama Pilar Nores, si no, junto con ella, a todas las esposas del
Perú.
Recuerdo mucho a mi finada esposa cuando en
cierta ocasión me dijo: «hubiese preferido me des una cachetada y no dejarme
con la palabra en la boca...», debido al enorme respeto que siento por el ser
femenino, en el sentido que no se puede golpear el rostro que se besa.
Por eso, la violencia de género no solamente
implica golpearla físicamente, me parece que para ciertas mujeres es mucho más
doloroso el maltrato psicológico que el físico, que es precisamente lo que en
días como el pasado 25, se pasan por alto y todos apuntan a no golpearla
físicamente.
Nororientalmente:
EL
DIRECTOR.
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